Los monitoreos del águila real han confirmado su presencia en la región y el año pasado se registró el primer polluelo nacido en la zona bautizado como Matías el Alteño
Por Juan Antonio Orozco
Además de ser emblema nacional, el águila real (Aquila chrysaetos) es una especie catalogada como amenazada por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 principalmente debido a factores provocados por el ser humano. El primer registro de territorios de anidación de águila real en la región de los Altos Norte de Jalisco se llevó a cabo en 2015.
Sin embargo, no fue hasta 2021 que en una colaboración entre la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente de los Altos Norte (JIAN) y la asociación civil Faunística se trabajó en conjunto para poder reactivar su monitoreo.
Como resultado de estos monitoreos, el 25 de marzo del año pasado pudo confirmarse la anidación de la pareja en los límites de los municipios de Lagos de Moreno y Ojuelos de Jalisco. Posteriormente se observó la presencia de un polluelo en los días 18 de abril, 6 de mayo, 20 de mayo y 3 de junio, con aproximadamente 3, 5, 7 y 9 semanas de edad respectivamente.
Según indica la JIAN, el polluelo salió del nido en la última semana de mayo del 2022 y fue bautizado con el nombre de Matías “El Alteño” que hace referencia a su lugar de nacimiento en la comunidad de Ciénega de Mata.
Además del monitoreo, se han realizado trabajos de prospección, es decir, identificar zonas en las que habría posibilidad de futuras anidaciones. Con este análisis, se identificaron sitios en cinco de los ocho municipios de la región que tendrían condiciones adecuadas para servir como territorios de caza y anidación de la especie.
Sin embargo, a pesar de estas posibilidades, Fátima Lira, directora de la JAN señala que el águila real enfrenta amenazas causadas por el ser humano entre las que se cuentan el envenenamiento bioacumulativo, por ingerir presas que han sido envenenadas así como la cacería tanto de ésta especie como de sus presas. Además Ulises Torres, jefe de proyectos añade que, al ser un ave muy sensible a las perturbaciones, eventos como incendios forestales y presencia humana dentro de su territorio podrían provocar el abandono de nidos.
CUARENTA Y UNO 
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